La novela como un acto puro de la imaginación que busca su propia trascendencia en sí mismo, ha estado muy lejos de la visión latinoamericana desde los tiempos de fundación de Fernández de Lizardi, y desde entonces, también, la novela ha sido vista como un sustituto eficaz de la relación de hechos, es decir, del periodismo. El novelista se asume a sí mismo como cronista, y a partir de esa elección será imposible dilucidar lo imaginado de lo real.
Suscripción plus
Este artículo está disponible sólo para suscriptores
Si ya tienes una suscripción puedes iniciar sesión.
Después de iniciar sesión puedes refrescar la página presionado el siguiente botón.
Suscríbete

Suscripción plus
(impresa y digital)
1 año por $ 799 MXN
Entrega de la edición impresa*
Lectura de la versión impresa en línea
Acceso ilimitado al archivo
Contenidos especiales
*Para envíos internacionales aplica un cargo extra, la tarifa se actualizará al seleccionar la dirección de envío

Suscripción digital
1 año por $ 399 MXN
Lectura de la versión impresa en línea
Acceso ilimitado al archivo
Contenidos especiales
¿Eres suscriptor de la revista y aún no tienes tu nuevo registro?
Para obtenerlo, sólo tienes que validar tus datos o escribe a [email protected].