En la madrugada del 28 de diciembre de 1991, en Santiago de Chile murió Fernando Fajnzylber. Las noticias que nos llegan de su entierro coinciden en señalar que hacía muchos años que la muerte de una persona pública no había dado lugar a una manifestación de dolor y a un sentimiento de pérdida tan extendidos y tan intensos como los que suscitó la suya en los círculos académicos y políticos de Chile. En México, para quienes lo conocimos, los fines de año difícilmente seguirán siendo los mismos.
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