En el otoño de 1847 el ejército norteamericano se aprestaba a entrar a la ciudad de México. No sería el fin de la resistencia a la ocupación, pero muchos residentes decidieron abandonar sus casas y buscar refugio en las afueras. Uno de ellos fue el escritor y político liberal Guillermo Prieto, quien años después sería una figura crítica de la Reforma, junto con Ignacio Manuel Altamirano, Ignacio Ramírez, y otros. En la desbandada, Prieto y su familia no hallaban alojamiento. “Inesperadamente de una casa rica en apariencia” —relata Prieto en sus Memorias— salió un sirviente a ofrecerle habitación. Después se verían las condiciones del arrendamiento. Quien ofrecía posada a Prieto era nada menos que Lucas Alamán. Aunque la guerra civil entre liberales y conservadores todavía no ocurría, Prieto sabía perfectamente que Alamán era la cabeza del incipiente Partido Conservador y tenía suficientes razones para estar horrorizado por hallarse bajo su techo.
Suscripción plus
Este artículo está disponible sólo para suscriptores
Si ya tienes una suscripción puedes iniciar sesión.
Después de iniciar sesión puedes refrescar la página presionado el siguiente botón.
Suscríbete

Suscripción plus
(impresa y digital)
1 año por $ 799 MXN
Entrega de la edición impresa*
Lectura de la versión impresa en línea
Acceso ilimitado al archivo
Contenidos especiales
*Para envíos internacionales aplica un cargo extra, la tarifa se actualizará al seleccionar la dirección de envío

Suscripción digital
1 año por $ 399 MXN
Lectura de la versión impresa en línea
Acceso ilimitado al archivo
Contenidos especiales
¿Eres suscriptor de la revista y aún no tienes tu nuevo registro?
Para obtenerlo, sólo tienes que validar tus datos o escribe a [email protected].