Mucha tinta se ha vertido en los últimos meses respecto a la elección del presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Si bien es muy importante quién encabeza este tipo de órganos, ya que su fuerza depende en buena medida del carisma y calidad moral de quien la presida, se ha perdido de vista lo esencial.
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